Firmada por Carolina Alonso – Madrid.
“La empresa familiar ha sobrevivido a la crisis protegiendo el empleo” – Manuel Huerta Terán.
Preside la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar desde julio de 2015. Preocupado por la corrupción y comprometido con la ética en las relaciones empresariales, Manuel Huerta Terán ha plasmado ese compromiso en un código ético pionero en España.
¿Cómo surgió ese código ético?
En estos últimos años han salido a la luz casos de de corrupción y falta de éetica que han saplicado a muchas organizaciones, entre ellas empresariales. La empresa familiar ha sabido salvar las dudas que puede haber sobre el empresario. El hecho de que el accionista, que vela por la compañía más que nadie, sea el que lleve a cabo su gestión, ha evitado posibles prácticas no éticas.
¿Cuál es la situación de la empresa familiar en España a día de hoy?
Hemos sabido salir mejor de la crisis que las compañías no familiares. Se ha demostrado que las empresas familiares saben gestionarse mejor en el largo plazo. El hecho de que no busquemos objetivos en el corto plazo hace que nuestra estrategia dé mejores resultados ante periodos de crisis.
¿Cuáles son los retos a encarar este año y el próximo?
Compartimos con el resto del sistema económico y social todas las amenazas. Parece que el crecimiento se está ralentizando a nivel global y la falta de un Gobierno en España podría perjudicar a posibles inversores en nuestro país, pero creo que hay que lanzar un mensaje de optimismo. La empresa familiar está ganando tamaño. Las compañías españolas tienen un tamaño muy reducido y eso nos penaliza al salir al exterior. Hemos dado una lección de valentía al afrontar oportunidades en el extranjero.
Pese al enfriamiento global, se ha confirmado un avance del PIB del 0,8% en el primer trimestre. ¿Hay confianza en el dinamismo para estos dos próximos años?
Había una gran confianza a finales de 2015 y en el momento actual, con la falta de Gobierno, tenemos una sensación de parón. Hay empresas que tienen paradas sus inversiones, pero es una sensación. Efectivamente, los datos demuestran que la economía sigue creciendo. Es una sensación coyuntural por la falta de políticas, más que una realidad empresarial.
¿Qué políticas necesita la empresa familiar en estos momentos?
Sobre todo, lo que venimos pidiendo los empresarios es rebajar el exceso de burocracia y mejorar la agilidad de la administración pública.
¿Han sacrificado su rentabilidad para salvar el empleo de la crisis?
Las empresas familiares han incrementado el número de trabajadores por cada millón de euros ingresados, pasando de 4,7 empleados por millón de euros facturados en 2007 a 5,1 trabajadores en 2013. Mientras, las compañías no familiares han sobrevivido a la crisis mediante ajustes en el empleo, pasando en este mismo periodo de 3,1 a 3 trabajadores por millón ingresado. A la empresa familiar basada en el management a largo plazo, le cuesta más despedir que a las demás. Este enfoque hace que protejamos más el empleo.
¿Qué opina de la reforma laboral?
El sistema laboral español necesita más flexibilidad, tanto para implementar plantilla como para reducirla. La reforma laboral es un tema complejo que hay que estudiar en detalle y tanto su derogación como cualquier modificación debe ser consensuado.
¿Cómo ve el futuro de la empresa familiar española a largo plazo?
Soy muy optimista. La crisis ha demostrado que los valores que defendemos y las exigencias que hemos transmitido a la Administración Pública tienen su sentido. La concienciación está llegando. La empresa familiar es la columna vertebral de la economía.
